Petróleos de Venezuela, más cerca de la bancarrota

viernes, 15 de mayo de 2009

Ana Zarzuela
Petróleos de Venezuela, más cerca de la bancarrota

15/05/2009 - 13:41:12

Quiso hacer de ella la niña bonita de sus ensueños bolivarianos y el motor de todas sus revoluciones. Sólo las inversiones para su Plan de Siembra Petrolera eran de 56.000 millones de dólares en la próxima década. Pero Pdvsa ya no tiene ni para sostenerse a sí misma.

A pesar de las advertencia de la OPEP, que ya le ha leído la cartilla, Pdvsa echa mano de todo para maquillar un pasivo de más de 24.000 millones de dólares: paga el 20% de sus impuestos en barriles al Tesoro venezolano, ha metido la mano en la Caja de Ahorros de sus empleados, emite bonos por 2.500 millones de dólares deja a deber a los proveedores y contratistas más de 5.000 millones de dólares, congela la deuda por las ventas del crudo y la mora con sus socios en las empresas mixtas; recorta un 20% de los sueldos, rebaja sus gastos y sus inversiones en un 60%, le marca nuevas condiciones a las multinacionales y, por si acaso, deja claro que cierra otra vez las puertas del Ciadi a sus reclamaciones.

Pero el asalto a la liquidez sólo soltará un 10% del lastre de sus grietas. Sus seis grandes proyectos estrella de Anzoátegui y Sucre están paralizados y por segunda vez, ni la Faja del Orinoco llega a tiempo ni tiene quien lo compre. Ni el peaje de 2 millones de dólares por cabeza -pagado hace meses- ni las prisas y la avidez de los 10.000 millones de inversión que Caracas espera ingresar por cada proyecto despejan su futuro. Repsol tendrá que esperar, por lo menos, hasta agosto. Las multinacionales se ponen a cubierto -Pdvsa promete cambiar las condiciones de las licitaciones- y los bancos tratan de blindar sus arcas de la avidez del Palacio de Miraflores.

Antes de nada el Santander: la banca estatal no está para bailes de liquidez, ya han tenido que facilitarle a la petrolera más de 2.000 millones en préstamos para el pago inmediato de nóminas y deudas y la sombra del préstamo sindicado o nuevos atajos a la liquidez planea sobre Botín, por debajo de la mesa en la que se negocia su tocata y fuga de Venezuela. Como recuerda Entorno Inteligente, ya le prestaron a PDVSA con recursos de los fideicomisos unos 130 millones de dólares hace dos años y no se atreven a cobrarle.

La caza de recursos ha comenzado, ni el ministro Ali Rodríguez ni su presidente, Sergio Ramírez, hacen ya mucho por tratar de esconderla. La estatal "le metió la mano" a los fondos de ahorros de los empleados: unos 16 millones de bolívares fuertes (16 millardos de los bolívares anteriores) del Instituto de Prevención de la Fuerza Armada (IPSFA), de la Caja de Ahorros y de la Corporación de Ahorro y Crédito (CACRE) habrían servido para aliviar las deudas más inmediatas. Estableció contratos para venta de petróleo a futuro a China y a Japón, pero no ha conseguido efectivo en el exterior. Presionada por la merma en el caudal de petrodólares y un mercado internacional reticente a financiar empresas de países emergentes, la directiva de Pdvsa promete forzar a una rebaja de hasta el 40% en la deuda con sus proveedores e incluye en su tablero de opciones a los bancos venezolanos. Ya se ha visto abocada a concretar ventas de crudo a futuro para tener a mano papeles que le permitan respaldar sus solicitudes de créditos a la banca local.

Pero no hay quien quiera hablar -como el Palacio de Miraflores pretende- del perdón a las deudas de los contratistas de Pdvsa a cambio de un bono de la petrolera. Y la opción de un macro-préstamo sindicado no ha encontrado bancos que la apadrinen.

Petróleos de Venezuela no tiene más remedio que reeditar el camino a la trampa que edifica desde hace dos años, aunque los bonos de Pdvsa registran una caída feroz y en este momento se cotizan, en el caso de los que vencen en 2027, a 38,6% de su valor. Emitirá este mes 2.500 millones de dólares en bonos cero cupón, en dólares pero pagaderos en bolívares, con una duración de dos años, a pesar de las advertencias de los bancos de inversión, que consideran que el Gobierno venezolano saturó el mercado en 2007, cuando Pdvsa emitió deuda por 7. 500 millones de dólares y Finanzas otros 4.000 millones en globales, una magnitud que elevó la oferta más allá de lo conveniente y que también ha contribuido a la caída de los papeles.

Las complicaciones para emitir bonos en dólares, que el público pueda cancelar en bolívares, en las proporciones de 2007, se traduce en la pérdida de un instrumento clave para mantener a raya al tipo de cambio en el mercado paralelo que, de acuerdo con firmas privadas, este año financiará más de 20% de las importaciones.

Tiembla la banca, Chávez se aferra a sus bolsillos. Pagarán, si se descuidan, las nacionalizaciones de los demás, los agujeros negros de Pdvsa y la cuadratura de las cuentas imposibles con el crudo por debajo de los 40 dólares. Hay sed de dólares en Miraflores. Los de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) ya no entran como antes, los fondos de la industria petrolera cayeron un 68% en el primer trimestre, las reservas se redujeron en 1.200 millones de dólares -hasta los 28.000 millones- sólo en el último mes y tras el traspaso de recursos del Banco de Venezuela al Fondo de Desarrollo Nacional, las arcas de Chávez respiran sequía. La ‘revolución bolivariana’ tiene la antesala llena: cinco nacionalizaciones por más de 5.000 millones de dólares y su catedral económica insostenible, con el crudo venezolano a menos de 40 dólares.

A Chávez se le llena la boca diciendo que tiene miles de millones de dólares en reservas para enfrentar la crisis, pero ya en 2008 se endeudó con casi 8.000 millones de euros de más. Venezuela gasta 40.000 millones de dólares en importaciones, que equivalen a los ingresos petroleros del país. De mantenerse el precio actual del petróleo, en 2009 el país no dispondría de fondos para ganar los intereses de la deuda externa pública.

Pero a la vista de los planes de inversión por más de 100.000 millones de dólares para engrasar la máquina de la sumisión bolivariana, no es ex gerente de Investigaciones Económicas del Banco Central de Venezuela, José Guerra, el único que descuenta que sólo hay que mirar a la emisión de deuda para adivinar que liquidez, lo que se dice liquidez, no le sobra al Fonden. Ni la subida de tres puntos del IVA, ni menos aún la decisión de casi duplicar el endeudamiento público en el último mes -hasta los 34.000 millones de bolívares fuertes- ayudan.

A la vista de que la banca pública habita en rojos, Miraflores vampiriza las arcas de las entidades privadas. Chávez calienta un impuesto a las ganancias pensado para regir a partir de año que viene y en la mesa del ministro Ali Rodríguez ya está la propuesta para tocar las reservas internacionales, meter la mano a los “excedentes” del BCV, aumentar las obligaciones crediticias con programas públicos -de más de un 45%- y duplicar hasta el 30% el ‘encaje legal’, por igual para todos los bancos. Ya les avisa: si ponen trabas a su paseíllo bancario, los montos de sus carteras obligatorias serán “transferidas a un fondo estatal”.

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